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Caracol azul
1982
Técnica mixta sobre tela
Medidas: 195 x 160 cm
Referencia: ACF0128
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En la obra de Gerardo Delgado, pensamiento y emoción son impulsos complementarios que delinean un itinerario interior y vital de permanente cuestionamiento. La pintura es una herramienta de reflexión y de reinterpretación de la historia y la cultura, pero sobre todo un medio sobre el que proyectar las inquietudes de los ámbitos perceptivos. En los trabajos realizados por Delgado en los años setenta domina una preocupación por el espacio. Primero, en unos términos de modulación ambiental, como se pone de manifiesto en diversos montajes de marcado carácter pictórico, pero muy cercanos a la instalación, en los que el espacio se construye y transforma a través del uso de telas de forro de diversos colores expuestas a la incidencia de luces ambientales para generar una fragilidad y movilidad envolvente. Más tarde, y como consecuencia de esta experiencia constructiva y arquitectónica, pero ya sobre el lienzo, el espacio es abordado desde la representación, a partir de la formulación de una dualidad especular de masas de color que se despliega en campos paralelos contrapuestos, en forma de dípticos: se trata de una serie cuyos títulos expresan una idea de dualidad, Doble cristal opaco gris-rosa (1977) o Doble cristal opaco negro (1977). En la obra de este artista los ecos de su formación arquitectónica se manifiestan, más que en aspectos argumentales o de contenido, en una manera de trabajar que se desencadena desde el análisis y desde unos rigurosos desarrollos formales. Gerardo Delgado traslada a un discurso eminentemente pictórico los problemas básicos de lo constructivo, concluyendo en una idea de espacio envolvente, donde se afianza de forma progresiva una sensibilidad que se sitúa originalmente equidistante entre el legado del minimalismo y el expresionismo abstracto, en su raíz más ambiental. En este contexto de ideas y de trabajo se sitúa Caracol azul (1982), que pertenece a una extensa serie en la que una forma abstracta (que sin embargo conserva vagas reminiscencias figurativas) adquiere una posición central en el cuadro, y dibujada, esbozada, se contrapone a un espacio atmosférico sobre el que flota. Frente a las series anteriores, en las que predominan los elementos constructivos y los campos de color compactos y planos sobre los que destacan formas de carácter claramente geométrico, las obras que configuran el contexto de Caracol azul plantean el permanente contraste de contrarios en el que se asienta la obra de Gerardo Delgado: fondo y forma, presencia y espacio o dualidad en confrontación. Las formas se difuminan en sus bordes para imprimir una cierta fluidez entre fondo y forma: a pesar de la simplicidad de la estructura, prevalece una radical emocionalidad simbólica que toma cuerpo en ellas. En el contexto de la exposición antológica que el artista realizó entre 1993 y 1994 en el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla y en el Palacio Episcopal de Málaga, esta serie constituye el núcleo de un periodo intermedio en su producción, que se define como el lugar de la forma, constituyendo un periodo de investigación formal en el que el argumento se centra en el análisis del espacio como una idea que construye la pintura.

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