Entre los múltiples registros de Rafael Agredano destaca, por lo excepcional, el de la escritura crítica. Agredano forma parte de un colectivo de artistas andaluces que nació como alternativa sucesora a otro colectivo que a su vez había marcado una primera contemporaneidad sevillana, el de Francisco Molina, José Soto, Gerardo Delgado, José Ramón Sierra y Juan Suárez. Rafael Agredano, Guillermo Paneque, Curro González y el tristemente fallecido Pepe Espaliú constituyeron el núcleo duro de la revista Figura y del grupo que llevaría su nombre, que pretendía realizar un cambio en la plástica andaluza hacia la posmodernidad. En la obra de Agredano, interesado fundamentalmente en la pintura, hay una permanente connotación irónica respecto a la influencia y la pureza del arte. Las dos obras de la colección pertenecen a una significativa serie titulada «Los símbolos vacíos», paráfrasis de las ideas de la Bauhaus, que provocaban en el artista, según sus propias palabras, «nauseas y placer a un mismo tiempo».