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Músicas lejanas o doble voz
Título original: Músiques llunyanes o doble veu
1981
Acrílico sobre tela
Medidas: 195 x 240 cm
Referencia: ACF0145
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Los cuadros más tempranos de García Sevilla, como el que aquí comentamos, se caracterizan por una paleta muy limitada. A menudo son en blanco y negro, como es el caso de su conocida serie «Déus», y en otras ocasiones muestran signos sobre un fondo monocromo. Aquí vemos una serpiente bajo una suerte de templete o monumento funerario. La idea de tumba está subrayada por la coloración casi tétrica de la obra. La superficie del cuadro está rascada, además, con crin de estropajo, a fin de desdibujar sus bordes y, tal vez, de sugerir antigüedad. En esta época el artista estaba muy interesado en las culturas mediterráneas antiguas -de Etruria a Egipto- y en sus rituales. Pintaba a menudo, por ejemplo, vasijas, calaveras o frisos.
La serpiente es también aquí la Kundelini del tantra hindú, la imagen de la energía que normalmente se representa enroscada a un lingam o falo. En esta obra, parece estar enterrada bajo una línea imaginaria que forman las bases del monumento que se encuentra sobre ella. Su ojo es el único elemento luminoso, imagen sexual del poder de la energía. Los cuadros que García Sevilla pintó en esta época tienen también algo de jeroglíficos y de pinturas rupestres.
