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Filantropía: una aproximación al arte de dar

La misión principal de la Fundación Arte y Mecenazgo es estimular y divulgar el coleccionismo de arte en España. Los coleccionistas de arte, a través de su relación y trabajo con artistas, galeristas y museos, constituyen una pieza fundamental a la hora de acercar la ciudadanía al arte, y de este modo contribuir al enriquecimiento del patrimonio cultural español.

 

El coleccionista de arte es en cierta medida un filántropo, puesto que al propio ejercicio de coleccionar subyace un sentimiento de contribución al bien común. Decía Manuel Arango en su conferencia “Compromiso social y filantropía” que la filantropía se entiende como “un bien que pasa de los que tienen a los que no”.  En definitiva, las personas dispuestas a donar su tiempo, su talento, su trabajo y su creatividad para el bienestar general son aquellas que están ayudando a la sociedad a evolucionar.

 

En muchas culturas se acostumbra a relacionar la figura del filántropo con una persona adinerada. No obstante, no siempre es así. El filántropo, sea empresa o persona física, es la persona que dona.

 

En palabras de John Steinbeck, Premio Nobel de Literatura, la filantropía no requiere de estudio, ni título, ni carnet o permiso: cualquiera la puede practicar. La cultura de participación, sin embargo, está poco arraigada a la sociedad española.

 

En Estados Unidos, el 75% del total de aportaciones recibidas anualmente para todos los sectores procede de personas físicas, en España, sólo el 25%. No sólo se trata de una cuestión cultural; el marco legal para las donaciones en Estados Unidos está mucho más establecido que en nuestro país. Está claro que el que quiere dar, da, al margen de los beneficios fiscales que pueda recibir en compensación al acto. La realidad de España, por ejemplo, es que la gente de la calle es mucho más generosa que la que tiene dinero. No obstante, si el gobierno español aprobara un marco legal que estableciera desgravaciones fiscales ligadas a las donaciones, el panorama actual mejoraría sustancialmente.

Las personas dispuestas a donar su tiempo, su talento, su trabajo y su creatividad para el bienestar general son aquellas que están ayudando a la sociedad a evolucionar.

Cuando en Francia cambió la ley de mecenazgo el gobierno no sólo aplicó cuotas de desgravación mucho más altas, sino que además estableció una política de educación que apoyaba la medida. El objetivo: fomentar la filantropía y el mecenazgo como práctica habitual, tanto por parte de empresas y fundaciones como por parte de la sociedad civil. España está lejos todavía de alcanzar estas medidas.

 

Una de las líneas de actuación de la Fundación Arte y Mecenazgo es promover cambios estructurales —legales, fiscales y de percepción de la actividad— que mejoren y faciliten la actividad de los agentes que participan en la conservación de patrimonio y la creación artística, como coleccionistas y mecenas. Por ello, en 2014 presentó un Borrador de proyecto de ley de medidas de fomento, impulso y desarrollo del arte y mecenazgo en España, que proponía medidas para eliminar barreras, atraer y rentabilizar el talento y, en definitiva, conseguir la participación de la sociedad civil en la financiación de la cultura. En octubre de 2014, no obstante, el gobierno, que anteriormente se había comprometido a reformar la Ley de Mecenazgo, dejó pasar la oportunidad de hacerlo, limitándose a reformular ciertos incentivos fiscales. Aun así debemos continuar trabajando para instaurar en España una cultura de mecenazgo.

 

Otra de las necesidades para estimular la práctica de la filantropía, el coleccionismo y el mecenazgo en España pasa por dotar a las organizaciones de mayor transparencia y credibilidad. Las personas quieren controlar qué se va a hacer con su dinero. Asimismo, otro de los puntales para crear en nuestro país una cultura de participación es la educación, especialmente en edades tempranas. Si España es capaz de despertar en niños y jóvenes la capacidad de dar, el cambio cultural se irá produciendo en futuras generaciones.

 

Dar tiempo, dar dinero, dar talento, dar creatividad. En definitiva, ilantropía es poner al servicio del bienestar de la sociedad parte de los recursos de cada uno para cambiar las cosas para bien.

 

 

Contenido relacionado:

 

Compromiso social y filantropía - Manuel Arango (PDF)

 

Borrador de proyecto de ley de medidas de fomento, impulso y desarrollo del arte y mecenazgo en España (PDF)