Eva Lootz
Austria, 1940
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Eva Lootz vive y trabaja en España desde finales de los años sesenta. Su primera época como artista está vinculada al escultor también de origen austríaco Adolfo Schlosser, con el que desarrolló su interés por el tratamiento artístico de la naturaleza y su gusto por los materiales. Sus primeras exposiciones en Madrid, a principios de los años setenta, tuvieron lugar en la galería Ovidio y en la galería Buades, donde conectó con la escena artística madrileña. De hecho, una de sus primeras intervenciones importantes consistió en un vertido de parafina en la piscina del chalé de Luis Gordillo. La primera época de su trabajo podría describirse como una investigación sobre materiales fluidos y maleables, como el mercurio, la arena o la parafina, y sus posibilidades expresivas. A partir de una pieza titulada La ruta de la seda (1986) aparecería en su trabajo una creciente conciencia lingüística, que se plasmó claramente en algunas de sus obras mayores de este período, como Nit, deien (1987) o El Canon inverso (1987). Pero también a partir de tal conciencia lingüística, y de la preocupación por el modo en que el lenguaje codifica la realidad, apareció en su obra la preocupación por la dificultad de la visión, lo que dio lugar a aquello que la artista ha denominado «política de la visión», que posiblemente tenga alcance su mejor expresión en la instalación «A Farewellto Isaac Newton», que se montó por primera vez en la South London Gallery en 1994.
Miguel Cereceda