Timmermans es una de las más destacadas figuras artísticas contemporáneas que hace del dibujo como soporte bandera de su creación. De línea clara en el trazo, utiliza el color sólo para enfatizar, en pequeños detalles considerados importantes, en unas grandes y abigarradas composiciones en blanco y negro, por lo general realizadas en papel y habitualmente de gran formato. El autor recrea espacios y ambientes urbanos y domésticos, planteados con cierta fantasía que huye del realismo más mundano, donde las ciudades se transforman en lugares de utopía, entre lo fantasmal y lo acogedor. Con poesía, ironía y también cierto desencanto, pero finalmente bajo un prisma optimista, el autor quiere subrayar, mediante la simplicidad aparente del dibujo, la búsqueda de un no-lugar donde habitar apaciblemente, escapando de los problemas de la sociedad contemporánea; en el caso concreto de 19/2010 (disneyfication), nos sitúa en un escenario a modo de parque de atracciones. Además de su dedicación principal al dibujo, Timmermans realiza instalaciones de tipo escultórico y site-specific cuyos elementos compositivos son objetos de uso diario y doméstico, con un resultado que aúna poesía y sencillez para transmitir el sentir del ser humano, como testimonio de la sociedad del siglo xxi en la que vivimos.