Sam Taylor-Wad pertenece a la generación de artistas británicos que revitalizaron la escena artística inglesa durante los años noventa. Estudió escultura en la reconocida Universidad de Goldsmiths, donde se graduó en 1990. Después trabajó en la Royal Opera House de Londres, donde tuvo la oportunidad de descubrir el mundo de la imagen y el valor visual y teatral de la ópera. A partir de entonces, el interés que sintió por el teatro, el drama y la vida misma la convencieron para abandonar definitivamente la escultura y dedicarse a la producción de imágenes: «Decidí que la fotografía y el cine constituían mi medio natural; quería trabajar con imágenes y no con objetos inanimados». En sus obras, la artista escoge por tema las relaciones humanas representadas en diferentes actitudes y con intensos estados emocionales, tales como la puesta en escena del vacío existencial (Killing Time, 1994) y el drama de compartir espacios psíquicos diferentes dentro de un mismo contexto doméstico (Travesty of a Mockery, 1995). Muchos de sus temas preferidos vuelven a encontrarse en la obra Pent-up (1996), donde Taylor-Wood representa la invasión de la privacidad, la crisis de autenticidad y la dialéctica personal entendida como un ejercicio a la vez vacío y pleno, oculto y revelador. En 1995 SAM Taylor-Wood comenzó «Five Revolutionary Seconds», una serie de fotografías panorámicas que instala acompañadas de secuencias sonoras. De las nueve producciones que componen la serie, las tres últimas fueron creadas en Barcelona específicamente para la exposición que la artista presentó en la Sala Montcada de la Fundación "la Caixa" en 1997. En estas fotografías la artista enfatiza la exploración del aburrimiento, la violencia, la insatisfacción y otras tensiones contemporáneas.