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Pausa
Título original: Posa
1989
Estuco coloreado sobre madera
Medidas: 2 piezas de color rosado: 190 x 70 x 70 cm
1 pieza gris: 70 x Ø 110 cm
Referencia: ACF0449
Fotografía:
Werner J. Hannappel, De Appel, Amsterdam, 1989
A partir de 1972, tanto en sus obras escultóricas como en las bidimensionales, Ettore Spalletti comenzó a aplicar la técnica del estuco como vía para conseguir determinados
«estados» de color y situaciones de «suspensión» cromática y espacial. No es casualidad que el título de esta pieza, realizada a finales de los ochenta, sea posa, que puede traducirse del italiano como «pausa» o «suspensión», pero también como «actitud o postura». Spalletti entiende esta suspensión como la búsqueda del espacio intermedio –a través del límite, del contorno, del contacto– entre lo consciente y lo inconsciente, lo cotidiano y lo artístico, lo subjetivo y lo objetivo.
En Posa, dos volúmenes simples componen la escena. Por un lado, nos encontramos la forma de un bacín o recipiente de color gris, y por otro, la representación de una forma con referencias a una casa o construcción de color rosado. Para Spalletti, la escultura y la pintura son instrumentos de reflexión entre epidermis sensuales, a través de los que se proyecta la creación del vértigo entre los cuerpos. «Sobre la superficie encuentro material vivo. Eso es lo que para mí la obra restaura», ha comentado el propio artista [Germano Celant, «The Dualism of the Banal and the Sublime», Osmosis, Nueva York, Guggenheim Museum, 1993]. Esa voluntad de sensualidad y atmósfera ha sido señalada por ciertos críticos como su relación con el Renacimiento italiano, en concreto con Piero della Francesca por su interés en la geometría sensible de volúmenes sólidos, y con Fra Angelico por sus perspectivas atmosféricas y, en general, por la aplicación de las técnicas de sfumato, disegno e impasto del color.
Por otra parte, Spalletti, cuyos discursos tienen una fuerte impregnación escenográfica, «modifica el papel de los llamados “elementos secundarios” en arte; el dibujo respecto a la pintura, el marco respecto a la imagen o los volúmenes tridimensionales respecto a la escultura. Spalletti insiste en que ya no hay más elementos de apoyo, sino que el conjunto forma un todo cuya suma es la mínima posible» [Giacinto di Pietrantonio, «Ettore Spalletti», Flash Art (Milán), 1990]. En este sentido, el artista italiano se apropia del ambiente total para construirse un territorio independiente de este.
La obra de Ettore Spelletti plantea una reflexión sobre la permanencia de las cosas y sobre el frágil carácter de la existencia. No olvidemos que las superficies de sus volúmenes se dañan con suma facilidad el mínimo tacto. El propio artista ha definido este concepto: «¿Quién sabe cuánto tiempo permanecerá aquí? »