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Gran Teatro del Liceo

Título original: Gran Teatre del Liceu

Perejaume

1986

Óleo sobre tela

Medidas: 52,5 x 102 cm

Referencia: ACF0293

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El tratamiento paisajístico de esta pintura, incluyendo su formato apaisado, la secuencia de diferentes planos o distancias y la brevedad de la atmósfera que se respira, no permite sospechar que, de hecho, se representa un espacio mucho más complejo. El único indicio que puede llevarnos a revisar esa primera impresión es una butaca roja situada en la esquina inferior izquierda del cuadro. Se trata de una butaca como las que ocupan la platea del Gran Teatro del Liceo de la ciudad de Barcelona. Extrañamente, ese asiento aterciopelado aparece exento y separado de cualquier otra referencia al teatro barcelonés. La presencia de ese objeto ajeno al paisaje solo se justifica desde una perspectiva literaria, ya que a través de la escritura Perejaume ha fraguado una geografía ficticia, geografía que ha expandido extraordinariamente las dimensiones naturales del Gran Teatro del Liceo. Por medio de textos como Garatge Liceu (1990) o Liceu. Mapa de Catalunya estampat amb cendres del Gran Teatre del Liceu (1995), se confirma una visión en la que los fragmentos del teatro se esparcen sobre una vasta extensión de territorio, como si la trama de la platea hubiese sido objeto de una extremada dilatación. Esta pintura está estrechamente vinculada a una serie de instalaciones titulada «Pintura y representación» (1988-1991). En dichas instalaciones, grupos de butacas de teatros conocidos, como el Palacio de la Música Catalana de Barcelona o el Teatro María Guerrero de Madrid, se ubican en una playa del delta del Ebro o tras el escaparate de una galería de arte, respectivamente. La pintura ocupa, en cierto modo, un lugar intermedio entre la hipótesis lanzada en el texto y la consumación del proyecto a través de estas instalaciones. No obstante, debe reconocerse que la imagen de ese teatro de grandes dimensiones se aproxima mucho a la idea de un mundo convertido todo él en espectáculo. Sin embargo, el tratamiento pictórico de esta tela se asocia deliberadamente a una visión romántica del paisaje. Perejaume acorta de ese modo las distancias entre la visión propia del romanticismo y la de la sociedad del espectáculo. El nexo podría encontrarse en la búsqueda de una visión global.

Carlos Guerra