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Apariencia
Título original: Schein
1994
Óleo sobre tela
Medidas: 200 x 200 cm
Referencia: ACF0103
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En los años noventa, el gran cromatismo de la obra abstracta de Richter desapareció con frecuencia en favor de la sobriedad monocromática o bicolor. Schein (810-2) es el segundo de una serie de cinco cuadros cuadrangulares de dos por dos metros; se trata del cuadro más monocromático del grupo, ya que es inusualmente blanco. La imagen que ofrece es la de un barrido o deslizamiento de una masa de pintura blanca, de izquierda a derecha, que ha provocado varias líneas y sombras horizontales. El título de la obra, que también significa «luz» o «claridad», es sumamente evidente en lo que se refiere a su sentido. El cuadro se convierte en metáfora o imagen de lo inefable, pero sin partir de ningún referente narrativo o literario. Richter va más allá del minimalismo, aunque sin recurrir a elementos ajenos al medio pictórico. La crítica ha sostenido a menudo que su obra es de naturaleza ritual, al repetir los procedimientos de creación de un cuadro con apenas variaciones cromáticas. El distanciamiento de su pincelada y su fundamento analítico parecerían cuestionar el poder de la pintura. La voluntad de obtención de belleza con imágenes radiantes y ambiguas - aquí, por ejemplo, el blanco deja entrever veladuras - convierte a Richter, sin embargo, en un continuador de la gran tradición pictórica. La repetición de sus gestos se ha relacionado también con las ideas de simplicidad de la filosofía zen. La falta de aseveraciones rotundas en su obra, por último, puede ser entendida como una crítica radical a los dogmas religiosos o ideológicos.

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