Fundador, junto con otros artistas, del grupo El Paso en 1957, Luis Feito (Madrid, 1929) es, tal vez, uno de los pintores pertenecientes a este colectivo más radicalmente comprometidos con la abstracción. Su obra, primero influida por las corrientes matéricas y automáticas y más tarde vinculada a los movimientos informalistas, supone un punto de inflexión y de particular relectura sobre el expresionismo abstracto americano. Los cuadros de Feito exploran insistentemente la superficie de la tela, recorriéndola y señalizándola mediante gestos y manchas de enorme potencia visual. Su paleta cromática, donde destaca la importancia otorgada al rojo –un color que requiere un ejercicio de contención considerable–, abarca numerosos matices. Al mismo tiempo, resulta significativo el uso que hace de materiales muy diversos, sobre los cuales suele incorporar pinceladas densas de óleo como si fuesen formas en relieve o figuras abstractas detenidas encima del lienzo. El movimiento, elegante y sinuoso, constituye otro aspecto esencial en el trabajo de Feito, el cual ofrece una variedad de registros técnicos que no sólo manifiestan una extraordinaria maestría plástica, sino también una voluntad, de gran rigor, por indagar sobre de los secretos de la pintura.