Rafael Canogar
España, 1935
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La trayectoria de Rafael Canogar (Toledo, 1935) constituye un testimonio privilegiado acerca de los rumbos, las evoluciones y los logros de la pintura española durante casi sesenta años.
Fundador, junto con otros artistas, del grupo El Paso (1957), pronto se convirtió en uno de los exponentes más claros de esa tendencia matérica, nacida en el seno del informalismo, que alcanzaría gran notoriedad dentro del contexto europeo.
Influido de forma significativa por el action painting americano, sus cuadros de la década de los cincuenta presentan una gestualidad inmediata, nerviosa y, hasta cierto punto, abrupta, según manifiestan obras como Sin título (1957), en la que araña con sus propios dedos la superficie pastosa de la tela. Esa pulsión intuitiva, en la que el ejercicio de la pintura parece transformarse en una suerte de coreografía escultórica, conducirá a Canogar hacia la tridimensionalidad y, ya en la década de los sesenta, hacia un tipo de figuración dramática, fuertemente expresionista.
Desde mediados de los setenta su obra retorna al lenguaje abstracto con el que había comenzado. Sin embargo, en esta nueva etapa el color adquiere un singular protagonismo y aparece también cierto sentido arquitectónico o constructivo en el modo de disponerlo sobre el espacio del cuadro.
Valentín Roma