Bruce Nauman
USA, 1941
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Tras estudiar en la Universidad de Wisconsin, en Madison, Bruce Nauman se trasladó a la Universidad de California, en Davis, donde terminó sus estudios de postgrado en 1966. Es difícil clasificar la obra de Nauman dentro de un movimiento determinado. Sus referencias se encuentran en la obra dadaísta de Man Ray, en el teatro de Samuel Beckett y en diferentes corrientes de las décadas de 1960 y 1970 como el minimalismo, el arte conceptual y el body art. De igual manera, su obra incluye gran variedad de soportes: dibujo, pintura, escultura, instalación, fotografía, cine y vídeo entre otros, frecuentemente reforzados por el uso del lenguaje escrito o hablado. Entre las constantes de su trabajo se encuentran la presencia, de forma más o menos explícita, de una actitud política y ética progresista, así como un cuestionamiento del papel del artista como un actor más en la sociedad. En un primer período, comprendido entre 1965 y 1972, Nauman reflexionaba básicamente sobre su propia posición y actitud frente a la realidad a través de piezas que compartían idealismo y distancia irónica a partes iguales. Durante aquellos años, Nauman estaba presente en gran parte de ellas a través de su propia imagen, del rastro que su cuerpo dejaba en diferentes soportes o de la presencia de su nombre y de su firma. A partir de 1973 –coincidiendo, paradójicamente, con el temprano reconocimiento de su obra, sobre todo en Europa– redujo considerablemente su producción, al mismo tiempo que empezó a tratar temas que iban más allá de sí mismo para plantearse cuestiones sociales. Fue entonces cuando produjo un buen número de esculturas e instalaciones con referencias arquitectónicas, como la serie que forman sus corredores, que producen en el espectador sensaciones molestas y transmiten la angustia y frustración que él mismo sentía. Hacia 1980 sus obras se volvieron aun más abiertamente políticas, denunciando la violencia de los regímenes totalitarios de Hispanoamérica y Sudáfrica. Durante las décadas siguientes Nauman se convirtió en una indiscutible referencia para generaciones enteras de artistas, al mismo tiempo que vio ampliamente reconocida su obra en Estados Unidos. Su obra se cargó con una visión agresiva que pobló sus vídeos y esculturas de personajes atormentados. Desde 1979 vive en Nuevo México, en un aislamiento voluntario que le mantiene alejado de las grandes capitales del arte.
Ferran Barenblit