Allan McCollum
USA, 1944
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De formación autodidacta, sus primeras pinturas, un sutil comentario a la estética minimalista predominante por entonces, datan de finales de la década de 1960. Durante los ochenta su obra fue incluida -junto a la de Jeff Koons y Peter Halley, entre otros- en el grupo de los simulacionistas y apropiacionistas, que buscaban una estrategia capaz de cuestionar los diversos modos de representación. En aquellos años realizó cinco series de obras que, en su conjunto, examinan el papel de la obra de arte en la sociedad de consumo. Los «Surrogates» actúan como una imitación de las obras de arte, al ofrecer multitud de objetos carentes de identidad propia, pero con la particularidad que no hay dos iguales. En 1982 inició la serie «Perpetual Photos», que se compone de fotografías tomadas directamente de la pantalla de un televisor, que reproducen las pinturas que aparecen en los decorados y que tienen una nula importancia en la trama del programa que se retransmite; tan solo están allí como parte de una escenografía. En 1985 comenzó los «Perfect Vehicles», de los cuales McCollum realizó centenares y cuya forma recuerda a la de un jarrón, en diferentes colores y tamaños, con el objetivo de ironizar sobre la obra de arte como algo eterno y trascendente. Poco después realizó la serie «Individual Works», que consta de miles de pequeñas piezas que combinan formas irreconocibles de más de un centenar de objetos cotidianos. Junto a Laurie Simmons, McCollum produjo también la serie «Actual Photos»; en estas imágenes, obtenidas mediante un microscopio, se pueden ver los diminutos rostros de las figuras usadas en las maquetas de trenes eléctricos. La obra de McCollum, muy influenciado por el filósofo francés Jean Baudrillard, es un continuo cuestionamiento del valor intrínseco de los bienes de consumo en una sociedad capitalista que está saturada de objetos.
Ferran Barenblit