El principal hilo conductor de las obras que Eugenio Ampudia ha concebido en sus ya dos décadas de presencia pública ha sido la comprensión crítica del sistema del arte mediante la conversión visible de sus dispositivos. Desde el personaje en quien se encarna la figura moderna y contemporánea del artista – ya sea Picasso, Dalí, Joan Miró o Beuys– hasta la modificación de la experiencia del espectador en el seno de la institución Arte, Ampudia ha abordado discursiva y objetualmente el papel del artista en la sociedad actual y el rango de sus compromisos en un universo visual complejo que puede engullirlo tan insípida como inadvertidamente. Ha analizado el significado variable de la obra de arte y mostrado diferentes modos de constitución de un relato histórico del arte igualmente variable. Ha cuestionado a los huéspedes institucionales de la obra –como la galería, su espacio y su carácter– en Espacio habitable (día), de 2003, y el hecho artístico desde sus fundamentos simbólicos. Y todo ello siendo plenamente consciente de los mecanismos de producción, difusión, promoción comercial y consumo de la pieza artística y, aunque se niegue su existencia, de su aura mediática.