José María Guijarro es un artista conceptual que utiliza fundamentalmente el lenguaje, las convenciones lingüísticas y su trasposición matemática, así como la manipulación de objetos o materiales encontrados. Su educación no proviene de las bellas artes, sino de la filosofía. En 1979 se licenció en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, y durante tres años fue profesor de esta asignatura en un colegio. En 1982 abandonó la docencia, y participó en algunos talleres del Círculo de Bellas Artes. Entre 1987 y 1990 vivió en Colonia (Alemania), ciudad en la que participó en varios seminarios del Fórum de la Volkshochschule («Solo loco, solo filósofo. Reflexiones sobre la figura del artista-filósofo Nietzsche»; «Les lumières. La Ilustración escenificada como representación de la revolución. Un uso kantiano de la Revolución francesa»; «La Ilustración. La luz sombría de la Ilustración en la obra de Goya»; y «Sobre el lugar común. Un texto-obra de arte está más allá del autor-artista»). Fue en esta ciudad donde realizó sus primeras esculturas, que él mismo ha descrito como «transcripciones espaciales sobre materiales encontrados, del ritmo de un hexámetro de Virgilio, una estrofa de Quevedo, la frase de una carta». En 1991 expuso individualmente por primera vez en la galería Fúcares de Almagro. Incluido en varias muestras colectivas significativas del ensanchamiento del panorama español durante los primeros años de los noventa, recibió la beca Banesto en 1994. Hasta el momento ha realizado, 15 exposiciones individuales y ha participado en más de 20 colectivas; la más importante tuvo lugar en el 2010, en el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB), en la que el significativo elemento encontrado eran unas sencillas sillas de anea; y la más reciente en su galería madrileña, en el 2011, titulada «Agua salobre», en la que presentaba dibujos y esculturas del cuerpo humano, así como sus obras en colaboración con Soo-Jin Yim Heil y su marido Heinrich Heil. La Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo posee un importante conjunto de piezas suyas realizadas en el transcurso de la última década del siglo xx y los inicios del siglo xxi. Empezando por el singular «modelo» de Marilyn Monroe en la escultura que lleva por título sus medidas, 87, 52 y 83 (1990); las esculturas en metal y madera Sin título (1992) y Sin título (2003); una fotografía de 1995 y, por último, una importante obra sobre papel de 1999.