El punto de partida del trabajo de Asier Mendizabal (Ordizia, Guipúzcoa, 1973) se sitúa en la escultura, para abrirse luego a varios registros de presentación como el vídeo, el texto, la serigrafía o la fotografía. Formatos híbridos —entre forma y concepto— que le permiten explorar las nociones básicas que definen su obra: una renovación del hecho escultórico (muy ligada a la tradición de la escultura vasca y a la noción de monumento) y una investigación sobre estructuras sociales y colectivas que se expande hacia el cine político, la música rock y la cultura popular a través del análisis de la ideología que acompaña cualquier forma, acción o gesto. Próximo tanto a la lógica del montaje cinematográfico (la unión y secuencia de diferentes cortes de imagen para construir un relato) como a la ordenación modular propia del constructivismo de principios del siglo XX, Not All That Moves Is Red (Telón) #1 muestra una tela construida a partir de banderas rojas y negras divididas en franjas geométricas. Una aproximación formal, casi a modo de tetris o puzle, que exhibe la simbología de la bandera para transformarla en una composición abstracta. Una combinación más estética que ideológica que desdibuja su rol como símbolo de identificación de un grupo (los colores del anarquismo) para ensayar otros significados no definidos de entrada. La tela, de grandes dimensiones, cuelga de la pared hasta ocupar, en su caída, una parte del suelo; un gesto voluntario que cuestiona su presentación bidimensional para convertirse en un objeto volumétrico. Algo que se muestra aunque, como pasa con el telón, también esconde. En Barcelona, la pieza formó parte de la exposición individual de Asier Mendizabal organizada por la galería ProjecteSD en 2012.