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Casa de pájaros
Título original: Birdhouse
1997
Óleo y acrílico sobre tela
Medidas: 243,8 x 213,4 cm
Referencia: ACF0687
La pintura de Fiona Rae sigue un procedimiento de trabajo mediante el cual sobre una superficie aparentemente uniforme, ya sean fondos negros o bien fondos con motivos que en cierto modo lo uniformizan, se superponen formas geométricas, discos concéntricos -como en esta pintura- o bien figuras rectangulares, que parecen flotar sobre la superficie del cuadro y que contrastan con el amplio repertorio de gestos pictóricos tan propio de esta artista. Sus pinceladas, a veces desplazamientos de amplios pinceles y a veces simples toques de pincel, conjugan un lenguaje pictórico que contrasta netamente con la geometría de las formas circulares que fluctúan en esta pintura, realizada en 1997. Para esta artista la pintura es parte integrante de la cultura, y esta debe ser un lugar ruidoso, caótico y contradictorio, donde las cosas dependen de lo que ellas mismas flanquean. En esta acumulación de registros que plantea su pintura podemos hallar referencias tanto a la historia de la pintura -El Bosco, Joan Miró o la misma tradición del expresionismo abstracto norteamericano en toda su amplitud de matices- como a intereses procedentes de otros ámbitos de la cultura actual, como el cine y concretamente las aportaciones de Quentin Tarantino en Pulp Fiction. Fiona Rae se interesó especialmente por esta película por la manera que tiene de reunir todos los géneros cinematográficos y, a partir de ellos, realizar algo totalmente excitante, fresco y divertido. La artista compara este procedimiento con la realización de una pintura, pues para ella esta surge de un proceso de montaje, de conformar, ajustar, cortar…, encaminado a que finalmente un fragmento aparezca como la esencia de todo aquello que queremos transmitir. El resultado de su trabajo plantea la contraposición de elementos expresivos y no expresivos como una vía para hallar un particular equilibrio entre ciertas reminiscencias expresionistas y minimalistas que se hallan presentes en su obra. Rae prefiere conjugar diferentes tipos de lenguaje que se contrapongan en el marco de su pintura, que den como resultado el enfrentamiento entre una abstracción «caliente» y otra «fría», y que de esta batalla surja el significado de su obra, como ella misma admite. Sin embargo, bajo la apariencia de una pintura basada en los hallazgos más significativos de la tradición pictórica del siglo xx, subyace un trabajo previo de preparación que emplea técnicas digitales para la construcción de nuevas formas, para la selección de gamas cromáticas, para decidir su emplazamiento definitivo en el espacio pictórico, etc., con lo cual el resultado final de sus pinturas desprende un eco cercano a esa virtualidad que nos ofrece hoy la tecnología informática.