Volver
Imprimir ficha
Añadir a Mi Colección
Círculo del Liceo, Rambla de los Capuchinos, Barcelona, marzo 1996
Título original: Cercle del Liceu, Rambla dels Caputxins, Barcelona, març 1996
1996
Fotografía en blanco y negro
Medidas: 141 x 137 cm
Referencia: ACF0686


Una vez más, la obra de Craigie Horsfield plantea los recondicionamientos continuos de las múltiples cuestiones relativas a la legibilidad de la obra de arte como tal, y de sus lugares y modos de producción, de exposición y de recepción, especialmente en todo lo que respecta a los nuevos estados de la imagen fotográfica y a sus vínculos relacionales con la realidad y la sociedad. Producida expresamente para su proyecto La ciutat de la gent (Barcelona, 1996), esta obra también se instala en el reciente debate sobre la verosimilitud y la objetividad de la imagen visionada, al no ser el resultado de ninguna reelaboración, citación o transformación de una imagen preexistente: constituye, pues, también una vez más, la confrontación directa con una realidad actual y contemporánea, paralela en el tiempo y fijada como una grabación singular y única, pero saturada de diferentes estratos y evolucionarias posibilidades de lecturas como resultado único de una experiencia de visión y de contemplación también única, casi específica. Como el propio artista ha dicho a veces, «la obra de arte se ha desplazado del objeto a la acción en el interior del espacio de las relaciones, y la obra tiene sentido cuando está en relación». Es este aspecto relacional, por tanto, y sobreponiéndose al tradicionalmente estético y al subjetivismo artístico del encuentro creativo y de la mirada espontánea, el que en definitiva configura los fundamentos del sentido (que no del significado) de la obra reciente de Horsfield.
A pesar de la apariencia de estricta objetividad que presenta la mirada del artista, no se trata tampoco de una obra exenta de los flujos de la ficción y del artificio, pero no estamos ante un positivismo ni un pseudocientifismo que quiera presentar la «cosa-en-sí-misma». Es precisamente su esencial carácter relacional el que la vuelve más compleja y más susceptible de variaciones constantes en lo que respecta a su legibilidad, insistiendo una vez más en la importancia tanto de la idea como de la imagen en cualquiera de sus dispositivos fotográficos, en interrelacionar diferentes lenguajes y, sobre todo, intentando socializar los efectos de su recepción. Vemos en esta obra un espacio específico y altamente connotado, perteneciente a un tiempo concreto y a un determinado sistema relacional, y mostrado de una forma igualmente específica, en un formato proporcional y con un punto de vista directamente ocularcentrista que se aviene tanto como le es posible a lo (re)presentado: lo que vemos, sin embargo, nos muestra igualmente todo aquello otro que no vemos, pero que también está, en el mismo momento, ya sea por oposición o por ausencia.