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Falda
Título original: Skirt
1989
Acero galvanizado
Medidas: 79 x 354 x 183 cm
Referencia: ACF0505


Esta escultura, realizada en hierro galvanizado y para cuya construcción Deacon utilizó remaches, fue exhibida en el Plymouth Arts Centre y en la Kunstnernes Hus de Oslo en 1989, y posteriormente en Hannover, en 1993, con motivo de la presentación de catorce esculturas en la Kunstverein de esta ciudad alemana. Se trata de una pieza que formalmente nos remite a una falda femenina y que, según indicaciones del propio artista, debe situarse siempre con el interior orientado hacia un muro, como tratando de impedir que podamos observar lo que ocurre en dicho interior. Como en tantas otras obras de Deacon –aunque en este caso quizás de una forma más obvia, debido a las similitudes formales comentadas–, el carácter orgánico de la escultura contrasta con las soluciones constructivas y con unos acabados que no enmascaran en ningún momento su procedencia industrial. La dialéctica entre lo exterior, claro y diáfano, y lo interior, oculto e incierto, es en este caso todavía más determinante, y el resultado formal obtenido adquiere una corporeidad casi sensual, a pesar de la complejidad constructiva que caracteriza las esculturas de este artista. Este mismo proceso de realización ha llevado a Deacon a afirmar que él fabrica sus esculturas, y no las esculpe, ni las modela, puesto que son el resultado de muchas secuencias y combinaciones de acciones repetidas, como cortar, doblar, pegar, clavar, remachar, coser, etc. La presencia tan determinante de la construcción de la escultura constituye, para Deacon, una forma de remitirnos nuevamente a la presencia del individuo, autor y al mismo tiempo destinatario de sus piezas. En cuanto al título de la obra, además de hacer alusión a sus posibles semejanzas formales con una falda femenina, incide en la importancia que Deacon otorga al lenguaje, pues considera que este nos ofrece uno de los primeros significados que nos permiten actuar en el mundo, reconocerlo y darle una forma; así, los títulos de sus esculturas son para él su especial manera de poner de manifiesto tal interés por el lenguaje. Como él mismo indica, unas veces los títulos son una especie de cliché en el que el sentido de la frase es distinto al sentido de las palabras, y en otras ocasiones se establece una doble alusión, tanto a las posibles semejanzas formales –el caso de Skirt– como a algo tópico. El título, como diría el artista, sirve para hacer más obvio un aserto poco evidente de la obra. Interesado por los Sonetos a Orfeo de Rainer M. Rilke y por el simbolismo, de ellos toma este doble uso del lenguaje, el literal y el simbólico, para dar a sus esculturas distintos niveles de significado.