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Gomas I, III, II
Título original: Gomme I, III, II
1988
Técnica mixta
Medidas: Tríptico: 250 x 300 cm c.u.
Referencia: ACF0361


Este tríptico fue presentado por primera vez en la exposición «Enzo Cucchi Testa», que se presentó en la Städtische Galerie im Lenbachhaus de Múnich durante el verano de 1987 y que posteriormente itineró a The Fruitmarket Gallery, en Edimburgo, y a la Galerie d’art contemporain de Niza, coincidiendo con la participación de Cucchi en la Documenta 8 de Kassel, a la cual acudía por segunda vez.
La mayor preocupación de Cucchi en el momento de preparar esta exposición radicaba en hallar materiales nuevos y no habituales para sus pinturas; así, se dedicó a pintar y dibujar sobre antiguos decorados teatrales, con cemento, o, como en el caso de esta obra, a utilizar el látex para convertirlo en una diáfana superficie pictórica sobre la cual poder grabar, incorporar otro material como la plancha de hierro y aplicar sutiles zonas de color a modo de grandes manchas. Como resultado de esta incorporación de nuevos materiales, Cucchi introducía en su pintura una problemática analizada por la escultura en las últimas décadas: el contraste entre materiales blandos y duros, que podía abordarse tanto desde sus resultados plásticos como desde las múltiples metáforas que de él podían desprenderse. Como indica Helmut Friedel en el catálogo de la exposición en la que este tríptico se mostró por primera vez, al aplicar técnicas aditivas que provenían de la idea de collage, Cucchi consiguió un efecto que él mismo denominó galleggiante: es decir, los distintos elementos «flotaban» sobre el soporte pictórico. Y si sobre uno de aquellos antiguos decorados había dibujado un pie monumental, en Gomes I, III, II el artista incorporó tres grandes números romanos, que parecen incidir –de forma un tanto tautológica– en la solución pictórica consistente en utilizar la seriación de tres elementos, inherente a la idea de tríptico. Por su aplastante magnificencia, estos números realizados en plancha de hierro contrastan con una reducida forma cuadrada, también de látex, que en cada una de las partes del tríptico acoge la misma imagen grabada: un diminuto personaje que parece correr tras su propia sombra. El resultado final de la obra es semejante a un palimpsesto en el que no solamente se superponen los distintos materiales y las diferentes maneras de tratarlos, sino que además se va descubriendo, tras la aparente obviedad de la serie numérica, esa narratividad que aparece en la pintura –cargada de un deseado hermetismo por parte del artista– al aparecer el personaje que vaga por el campo pictórico.