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Sin título
1985
-1988
Tejido de lana
Medidas: Díptico: 201 x 320 cm
Referencia: ACF0343
Rosemarie Trockel puede ser clasificada como artista feminista y, sin embargo, es preciso puntualizar esta afirmación. De entrada, porque su obra, más que expresar algún tipo de militancia, utiliza elementos metafóricos e irónicos para reflexionar sobre la mujer y definir su lugar en la sociedad actual. La artista ha declarado que «el arte sobre el arte de las mujeres es tan tedioso como el arte de los hombres sobre el arte de los hombres». De esta forma se ha desmarcado de las opciones desaprobatorias, violentas y excluyentes de las artistas de los años setenta, sin por ello renunciar a realizar una obra crítica y comprometida pero que utiliza la ironía como principal arma, actitud que desde el principio de su carrera le ha servido para librarse del lastre de la influencia de Joseph Beuys en Alemania. A pesar de ello, Rosemarie Trockel recoge de Joseph Beuys el desprecio por los lenguajes tradicionales y la voluntad de fundir arte y vida. A la impronta del artista alemán hay que añadir la de Andy Warhol y su utilización de los procesos industriales y seriales que implicaban una actitud desvalorizadora de la unidad de la obra de arte, rebelde frente a la autoridad y, una vez más, irónica.
En Sin título, Rosemarie Trockel muestra dos elementos seriados y realizados mediante procesos industriales, con los que enlaza distintos juegos metafóricos e irónicos de voluntad crítica. La obra está realizada con tejido de lana estampada. En 1984, Trockel presentó su primera pintura realizada con tejido, en un principio de pequeño tamaño y con motivos abstractos y, a partir de 1986, de gran tamaño y con logotipos sacados de la sociedad y la política. Este tipo de obras, como Sin título, son quizás las más célebres de su producción, posiblemente porque en ellas es más evidente el puntualizado feminismo de Rosemarie Trockel. En primer lugar, el material de la obra es clave para entender su trabajo. El tejido y el tejer constituyen un material y una actividad ligados tradicionalmente a la mujer, y por eso mismo desvalorizados y relegados a la consideración de actividad artesanal o, a lo sumo, de arte menor. Rosemarie Trockel, sin embargo, los «eleva» a la categoría del gran arte mostrándolos como obra, como pintura. Pero además provoca otro nuevo giro, porque en este caso se trata de un tejido confeccionado industrialmente, es decir, que usurpa un lugar propio de la masculinidad. En este tejido, dos motivos se expanden a lo largo del cuadro; sin duda se trata de un motivo all over, con lo cual la artista ironiza sobre los mitos formalistas y masculinos del arte moderno y se enfrenta a ellos. Los motivos repetidos son el logotipo de la pura lana virgen, en rojo sobre ocre, y el conejo de Playboy, en ocre sobre rojo. En realidad, se trata de la yuxtaposición de dos modos de consumo: el doméstico y el sexual. En su fusión, ambas imágenes representan los dos ámbitos a los que las mujeres son relegadas –el espacio doméstico y el comercio sexual– y al mismo tiempo hacen referencia al eterno dilema entre la madre y la prostituta.
En Sin título, Rosemarie Trockel yuxtapone referencias cruzadas a la masculinidad y la feminidad y diferentes esquemas prefijados para la mujer, jugando entre lo idealizado y lo mundano. En esa yuxtaposición se produce un choque de significados que, a través de la ironía, denuncia la exclusión y el sectarismo que operan aun en la sociedad occidental.