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Golpe de suerte
Título original: Coup de dés
1986
Acero
Medidas: 128 x 120 x 75 cm
Referencia: ACF0299
Las obras de Txomin Badiola pertenecientes a la Colección de la Fundación “la Caixa” cubren un período de unos diez años, los más intensos artísticamente de la ya de por sí intensa actividad del escultor, cuya primera exposición individual tuvo lugar en 1981.
Coup de dés y Twins IV (Plus One), pese a sus diferencias conceptuales –que son mayores que sus parecidos formales–, pertenecen a lo que podríamos denominar «escultura integrada en el desarrollo formal nacido de las vanguardias y posvanguardias del siglo xx». Badiola se ha vinculado, desde su singular interpretación, al constructivismo y al suprematismo, así como, más críticamente, al minimalismo norteamericano. A ese linaje pertenecen sus series en relación con el cuadrado negro de Kasimir Malévich y con los relieves de Vladimir Tatlin. Pero conviene recordar que en Txomin Badiola no hay ni restos del optimismo revolucionario de los rusos, ni tampoco un acatamiento formalista de sus ideas, sino justo lo contrario: el desengaño, que no por ello rehúye el compromiso artístico, y la subversión de los lenguajes.
Coup de dés, de la que existe una segunda versión, Coup de dés 2, toma su título de un poema del poeta francés Stéphane Mallarmé: Un coup de dés jamais n'abolira le hasard. Esta mesa en equilibrio inestable, con su superficie inclinada y sus volúmenes cúbicos abiertos, se corresponde bien con la interpretación que Simón Marchán ofrece de la advocación de su título: «En realidad Badiola no hace sino cultivar en su propia escultura aquella metáfora de Mallarmé sobre el lanzamiento de los dados, cual juego lingüístico. [...] Por este proceder insinúa la emergencia de un espacio estético posmoderno entre la forma autónoma y los objetos cotidianos, entre el carácter de cosa y su transfiguración artística».
Twins IV (Plus One) destruye y desmonta la sintaxis propia de la escultura vanguardista que pertenece a la estela de Pablo Ruiz Picasso, Julio González o los suprematistas rusos. En palabras de Julia Boldini, «son esquemas hiperabstractos de lo que había sido el proceder escultórico [de Badiola] en los últimos años».
La instalación en la que se mostraron las piezas presentaba, además, un importante conjunto de dibujos y pinturas sobre papel, lo que nos recuerda sus orígenes pictóricos, al tiempo que mostraba un completo repertorio de las preocupaciones civiles, políticas y humanas del artista. La exposición se titulaba, provocadoramente, «¿Quién teme al arte?». En una entrevista publicada en 1986, el artista afirmaba: «La memoria en la escultura es una memoria más del arte, y en la pintura la memoria es más de la vida o de la psicología del que la hace». Badiola es un escultor que se ha servido innumerables veces de la paradoja que implica disponer sus obras sobre la pared.
La serie completa a la que pertenece Twins IV (Plus One) –cuyas piezas individualmente consideradas, todas exentas, recuerdan a pupitres de escuela– tiene un aire industrial, de producto en serie (valga la redundancia) y a la vez, en una ambigüedad calculada, tiene también algo de prototipo, como los muebles de Gerrit Thomas Rietveld o de Le Corbusier. A Badiola, al igual que a estos diseñadores, le seduce la pequeña diferencia, o un mínimo y humano desperfecto. Sobre su color, brillante y contrastado, dice el escultor: «Funciona meramente como reclamo, para llamar la atención. Los colores no son ya abstractos en el sentido psicologista de la Bauhaus, ni expresivos, ni siquiera metafóricos como referencia a un mundo industrial, sino puramente estratégicos. Se limitan a atraer la mirada».
Las piezas pertenecientes a esta serie formaron parte de las instalaciones que Badiola hizo en el monumento erigido en el parque Parade Gardens (The Peacemaker), en Queen Square (Symmetrical Piece) y en Mad Eli’s Courtyard (Mad Eli’s Piece) como artista invitado a la Bath International Festival Exhibition en su edición de 1990.