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Sueño n.º 17 (I Was Here Before)
1993
Hierba seca
Medidas: Dimensiones variables: 3.200 x 44 cm aprox.
Referencia: ACF0048
Hacia 1992, Pedro Mora inició una serie de obras que recibieron el título de «Sueños /col:quote>, y que con el tiempo el artista iría numerando. Si bien la obra de Mora siempre ha mostrado una manifiesta inclinación a incorporar procesos mentales y visiones procedentes del subconsciente, en la serie de los sueños el artista sevillano se introduce en su propio mundo onírico como vía de experimentación y de punto de partida para dramatizar sensaciones.
En esta obra, Sueño nº 17 (I Was Here Before), Mora investiga la materialización, la «capacidad de realidad», de las visiones procedentes del mundo onírico. El escritor Keith Seward relata lo siguiente respecto al proceso creativo de Mora: «No cultiva los sueños, como hicieron los surrealistas, ni trata de filtrarlos sacándolos de su propio subconsciente… por medio del automatismo, la meditación o la alucinación. Cuando tiene un sueño, se limita a anotarlo en una libreta. Y, con frecuencia, uno de ellos se convierte en la base de una obra. Por ejemplo, vio paredes cubiertas de musgo en un sueño, que inspiró la obra Sueño nº 25, en la que se erigen paneles cargados de setas en la galería. En consecuencia, al «realizar» su sueño en una obra de arte, lo transforma, lo expande, lo analiza de un modo muy parecido a como analizaría datos de experimentos un científico. El empleo que da Mora a los sueños es, por tanto, muy distinto al de los surrealistas: él no los cultiva, los interpreta ».
En este Sueño nº 17, el subtítulo «Yo ya había estado antes aquí» nos deja entrever una referencia a un dejà-vu propio de una realidad subconsciente. El artista emplaza una tira de hierba seca, a modo de moqueta, que recorre los peldaños de una escalera y parte del suelo adyacente. La visión interior que el artista había tenido en su mente se transforma, en la sala, con el argumento de su realidad, de la investigación de un material en contraste con el contexto en el que se ubica, lo que sin duda ilustra también la esencia misma de los sueños, que invariablemente se sitúan fuera de los límites de lo «establecido», de lo «consensuado». De esta manera, Pedro Mora ofrece una doble lectura: investiga la constitución de lo irreal mientras que, al mismo tiempo, analiza casi científicamente la naturaleza de esa irrealidad en el ámbito de lo visible, de lo artístico.