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Manguito
1995
Fujichrome Deluxe sobre cartón pluma plastificado
Medidas: 165 x 125 cm
Referencia: ACF0024
La obra de Ana Laura Aláez surge de la fascinación por la moda, los complementos de vestuario y el maquillaje con el que construimos nuestra identidad. Esta fascinación va inevitablemente unida a la publicidad, el diseño o el cine; tales son los referentes de una obra que refleja lo que se ha venido a denominar cultura juvenil, o «cultura de club». Se trata de intereses que Ana Laura Aláez comparte con otros artistas de su generación, que recogen la herencia del pop art, llevando hasta las salas de los museos lo que hasta hace poco tiempo era considerado baja cultura. La cultura de club celebra la apariencia, el disfraz y un mundo de carnaval en el que impera la seducción.
En Manguito aparece una joven desnuda sobre un fondo naranja, neutro, sin ningún tipo de coordenadas espacio-temporales. La muchacha está en una pose clásica: nos da la espalda en tres cuartos, y gira sobre sí misma para mirar directamente a la cámara. Es una imagen publicitaria, intemporal y llena de glamour. Y el glamour radica en que su desnudez no es total, porque, como sucedía en Mujeres sobre zapatos de plataforma, el desnudo no existe; el cuerpo no existe sin sus prótesis en forma de adornos. Y aquí la ropa y el adorno se reducen a un manguito, maquillaje en la cara y el pelo repeinado, muy corto, casi masculino. Imagen publicitaria y desnudo adornado, en la que impera un erotismo dulce que se mueve por terrenos de la indefinición. Ana Laura Aláez busca subrayar el poder del ornamento en la desnudez. El ornamento individualiza esa desnudez, aporta identidad y carácter, y tiene la capacidad de dotar a cualquier persona de una imagen como la de una estrella de cine. Es una prolongación decorativa del cuerpo, con la que éste se convierte en seductor. Subrayar la importancia de los elementos decorativos y fútiles en nuestras vidas, evidenciar ese universo de seducción, forma parte, verdaderamente, de una visión del mundo que algunos podrían denominar blanda. Pero para Ana Laura Aláez es una forma de librarse de peso del mundo, anular su concepción trágica, y glorificar la vida en lo que tiene de mudable, fascinante y seductor.
En Manguito, y en la serie de fotografías de las que esta pieza forma parte, Ana Laura Aláez no se ha apartado de sus otras obras eminentemente escultóricas. En el caso de estas obras también habría que hablar casi de escultura, de escultura fotografiada. De hecho en esta fotografía el objeto principal que da título a la obra es un manguito que, como en otras ocasiones, ha sido realizado por la misma artista con alambres y unas extrañas pelotas con puntas. Un objeto como los que conforman Mujeres sobre zapatos de plataforma, pero que, en este caso, no perdura; tras la fotografía, la escultura ha cumplido su función y desaparece. De alguna forma, lo importante no es el objeto en sí, sino su uso y su significación en relación al cuerpo que lo lleva.