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Maravilla inútil
Título original: Useless Wonder
2006
Vídeoproyección de 2 canales sobre pantalla suspendida
Medidas: 8' 36" (color, sonido) 7' 51" (blanco y negro, sin sonido) Pantalla: 244 x 320 cm
Referencia: ACF0002
Edición: 4/5
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Desde 1999, Carlos Amorales (México D. F., México, 1970) ha ido compilando un amplio repertorio de imágenes digitales que le sirven de base iconográfica y léxica para muchas de sus obras. Formado como pintor pero insatisfecho con la pintura, durante siete años consolidó una línea de investigación performativa para construirse a sí mismo como artista. Ataviado con una máscara de lucha libre y un elegante traje de ejecutivo, creó un álter ego que intervenía en actos sociales y exposiciones en museos, jugando con la dicotomía entre el anonimato y la identidad. El retorno al dibujo lo realizó desde el estudio de animación que fundó en la ciudad de México en 2003, donde colabora con diseñadores, grafistas y músicos. Las siluetas que componen sus animaciones están clasificadas en una enorme base de datos que denomina «Archivo líquido». Son figuras gráficas sintéticas y combinables, en continuoproceso de asociación y transformación, que configuranun vocabulario de signos híbridos que se multiplica y sefragmenta, que inventa nuevas formas y acaba generando criaturas y paisajes fantasmagóricos. Useless Wonder (Maravilla inútil) es una proyección videográfica de dos animaciones contrapuestas y complementarias sobre las dos caras de una única pantallasuspendida en diagonal en el espacio expositivo. En un lado de la pantalla, un mapamundi se descompone en pequeños fragmentos y se vuelve a recomponer para iniciar nuevamente el proceso de ruptura y reubicación. Las alusiones a la separación de las placas tectónicas se abren a la interpretación metafórica sobre la descomposición del mundo contemporáneo. En la otra cara de la pantalla se proyectan animales, paisajes y figuras humanas utilizando como colores básicos el rojo, el blanco y el negro. Los pájaros inician y cierran fílmicamente este paseo apocalíptico que tiene su punto álgido en el momento en que las aves se multiplican y atacan la figura de una mujer con el cuerpo salpicado de manchas rojas. La intensidad de la música refuerza la sensación de caos e incertidumbre de esta sinfonía de espectros. El propio Amorales afirma que su trabajo trata de los atavismos que perviven en nuestra mentalidad contemporánea y que su sentimiento catastrófico está enraizado en la vivencia adolescente del violento terremoto que en 1985 asoló México.

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