Comisariada por Xavier Acarín Wieland y enmarcada en el programa Convocatoria de Comisariado, la exposición invita a pensar en el mundo como una colaboración constante.

La pandemia ha sacudido el planeta y ha perturbado nuestros modelos de vida. El virus, una entidad entre la vida y la muerte, nos acerca a la extinción de la especie humana y nos propulsa hacia una transformación de implicaciones aún desconocidas. El virus, un agente subversivo surgido de las profundidades de la historia genética, acecha y revela un mundo frágil e incierto, un entramado de ecosistemas al borde del colapso.

Desde finales de los años sesenta, varias generaciones de artistas han ensayado formas de relación entendiendo el objeto artístico desde lo sensorial, lo íntimo y lo efímero para trazar una involucración afectiva con el público. Al rastrear la performatividad del objeto, esta exposición recorre múltiples combinaciones de contacto y proximidad que nos posicionan como entidades partícipes, latentes y situadas, con y en lo circundante. Estos encuentros entre objetos y cuerpos, entre cosas mezcladas y a veces similares, nos llevan a apreciar las diferencias y alteraciones posibles de aquello conocido, dado por supuesto y establecido. Así, la exposición se acerca a una ecología abierta e indeterminada, un campo de ensayo para pensar cómo nos relacionamos con el planeta y cómo lo habitamos.

Apropiarse de la mutación para saltar a otro paradigma de coexistencia implica un corte con la secuencia anterior, con las formas de dominación heteropatriarcales, la estandarización de las ideas, la predeterminación de las conductas. Una tarea presente hoy en las luchas sociales para descolonizar, para descapitalizar los vínculos, para deshacer la primacía del individuo pretendidamente independiente como centro único de interpretación del mundo. Al reconocernos en una simbiosis extendida, en una agencialidad compartida con otras especies y otros organismos, el «nosotros» pasa a ser más amplio, más indefinido, una colectividad abierta y permeable a otras formas de vida, menos humana, más animal.

Esta exposición presenta una selección de obras de las colecciones del MACBA y la Fundación ”la Caixa” que busca el contagio entre ellas, al tiempo que esboza un estudio, parcial e inconcluso, de las formas mediante las que el objeto deviene un agente performativo de atracción y alteración.