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Víctima del bombardeo serbio al centro de Sarajevo, el domingo 28 de noviembre de 1993. Segunda versión (Serie J'est un je ), 1997
Título original: Víctima del bombardeo serbio al centro de Sarajevo, el domingo 28 de noviembre de 1993. Segunda versión (Serie J'est un je ), 1996
1996
Óleo sobre tela
Medidas: 126 x 204 cm
Referencia: ACF0632
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Simeón Saiz Ruiz es un artista que desde los años ochenta ha utilizado la pintura como una herramienta de meditación plástica. Su trabajo, articulado en series homogéneas y coherentes, se ha situado siempre en un territorio límite, en el que confluyen estrategias conceptuales con un programa propiamente pictórico. La serie presentada en varias etapas a lo largo de los años noventa bajo el título «J'est un je», a la que pertenecen las dos obras de la colección, resume y ejemplifica su manera de trabajar y abordar los problemas. El título de la serie invierte la célebre frase que Arthur Rimbaud escribe en una carta a Georges Izambart, J'est un autre (Yo es otro), por un lado a fin de mostrar las formas complejas de la percepción y, por otro, para sintetizar las ideas que le han conducido a elegir el tema de la guerra de Bosnia Herzegovina. Las imágenes son inicialmente tomadas de fotografías publicadas en periódicos y emitidas en los programas informativos de diversos canales de televisión; quedan excluidas las imágenes propiamente bélicas o de acciones armadas, y el artista toma en consideración solo aquellas que recogen la muerte de las víctimas civiles. Saiz Ruiz pinta de blanco y negro las imágenes extraídas de los periódicos, como ocurre en Víctimas de bombardeo serbio al centro de Sarajevo, domingo 28 de noviembre de 1993. Segunda versión, obra en la que se muestra el depósito de cadáveres donde reposan los cuerpos de las víctimas. Solo el título de la obra remite a la acción bélica del bombardeo. La obra, Víctimas de la matanza en el mercado de Sarajevo, el sábado 5 de febrero de 1994, día más sangriento desde el inicio de la guerra, corresponde a un momento distinto del proceso que sigue la serie y puede considerarse complementaria de la anterior en la medida en que ambas recogen la representación de la noticia y de la historia, pero partiendo de la reproducción de lenguajes gráficos diferentes, que determinan, en esta que nos ocupa, el color y la textura de líneas o píxeles de la televisión, y en la anterior el blanco y negro a base de manchas característico de la fotografía de prensa. La serie «J'est un je» propone una mirada crítica sobre la posibilidad de una pintura de historia, en un momento en el que la información mediática -y especialmente la televisiva- no solo asume la documentación de los hechos en un tiempo real de duración y difusión, sino que además monopoliza la interpretación de las imágenes que produce. El fotoperiodismo se ha visto desplazado y minimizado frente a la imagen en movimiento del vídeo, pero ambos han sustituido desde hace décadas a la función moral y política de la pintura histórica del siglo pasado. La pintura, en estas condiciones, puede asumir un estilo que reproduzca, en términos perceptivos, la supuesta objetividad fotográfica y videográfico-televisiva, introduciendo a través de su propia capacidad de reproducción un pensamiento crítico sobre el estatuto de la imagen y de la propia historia en la cultura visual contemporánea. La utilización de la pintura para abordar estos problemas no es un gesto reivindicativo; implica más bien una intensificación de la atención y de la percepción visual, precisamente en un contexto en el que la mirada aparece cada vez más anestesiada por la multiplicación de imágenes en los medios de información. De alguna manera, en esta serie de Simeón Saiz Ruiz se entrecruzan discursos críticos diversos pero complementarios, a partir de los cuales se reivindica una mirada política sobre las relaciones entre información, historia y manipulación mediática. Lo político se instaura como una condición reflexiva y crítica, que tiende a clarificar algunas de las tensiones tanto psicológicas como sociales que implican a un sujeto inscrito en una sociedad dominada por la información y su manipulación.

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