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Mujeres sobre zapatos de plataforma
1992
Seis pelucas diseñadas por la artista y seis pares de zapatos de los años setenta
Medidas: Instalación: 185 x 332 x 29 cm
Referencia: ACF0522
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La tradición artística del País Vasco está marcada por la práctica escultórica en registros minimalistas, de trabajo contundente con los materiales y las formas. Ana Laura Aláez pertenece a una generación de artistas vascos que también han usado la escultura como medio de expresión, pero que, sin embargo, no sólo no han sufrido la fuerte influencia de tal tradición, sino que además la han superado y han prescindido de ella, apostando por nuevas formas más acordes con la contemporaneidad. Así sucede en Mujeres sobre zapatos de plataforma, una obra que en gran medida resume las preocupaciones artísticas de Ana Laura Aláez. La obra está constituida por seis gorros o casquetes femeninos suspendidos en el espacio, en la misma vertical que otros tantos pares de zapatos de plataforma colocados en el suelo. Se trata de objetos reciclados, prendas de vestir que la misma artista ha rectificado o incluso realizado por entero. Son objetos de bricolaje, aunque tal vez convendría decir «de modista», o, regresando al antiguo término, «de labor». La obra está formada por productos de «labor femenina» que ocupan el espacio de la escultura, y que sin embargo destacan por su fragilidad en tanto que objetos no perdurables. Ana Laura Aláez desvaloriza la entidad rotunda que históricamente se le ha asignado a la obra de arte al exponer objetos de escaso valor, ligados a actividades desacreditadas por el Arte con mayúsculas (actividades que, además, están asociadas a la feminidad) por tratarse de objetos que pertenecen a la moda, a lo fútil y lo volátil, no a lo inmutable y duradero. No obstante, lo que llama poderosamente la atención en esta obra es que en ella, salvo en el título, no aparecen mujeres por ningún lado. Solo quedan sus rastros: el gorro y los zapatos. O tal vez nos equivocamos, y lo que no está es el cuerpo, pero sí las mujeres. Para Ana Laura Aláez, el cuerpo es solo el soporte de un artificio, y ese artificio es lo que ella nos muestra. Mediante la ropa nos representamos; es el medio con el cual formamos nuestra identidad. De alguna forma, mostrar solo la ropa y no los cuerpos es una manera de enseñar desnuda la identidad que fabricamos. La artista ha declarado que la indumentaria es el medio con el cual «fortificamos nuestras escuálidas presencias». Y así sucede textualmente en esta obra, en la que la presencia es tan escuálida que no está, y sólo queda la fortificación. Mujeres sobre zapatos de plataforma se podría interpretar como una especie de vanitas contemporánea, si bien en un sentido positivo. La forma de presentar los objetos de vestuario tiene más de celebración de la vida que de lectura pesimista. Los gorros y zapatos aparecen como objetos que dan sentido a la vida, como los únicos objetos a los que agarrarnos con seguridad y celebrar lo positivo que existe en lo banal.

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