Una parte significativa del trabajo del Equipo Crónica se orienta hacia la relectura, en algunos casos irónica, de los grandes pintores de la tradición española, desde Picasso hasta Goya, entre otros.
Esta reinterpretación es, al mismo tiempo, un acto desacralizador de la historia del arte y sus «obras maestras», así como una parodia sobre las circunstancias que configuran la memoria visual colectiva.
En este cuadro se ha utilizado el Guernica (1937), el popular lienzo de Picasso, como elemento simbólico y temático, transformándolo en un objeto que sólo puede verse a través de una de sus esquinas.
La ocultación de la obra se podría entender como una referencia a la censura de la época. Sin embargo, el título remite, también, a otro tipo de invisibilidad, la de la retaguardia del arte, con sus mecanismos de preservación y sus sistemas clasificatorios, la de aquello que ocurre «entre bastidores» y que el espectador no puede ver.