Frederic Amat
España, 1952
Volver
Frederic Amat realizó estudios de arquitectura y pintura en Barcelona y aprendió escenografía bajo la maestría del escenógrafo Fabià Puigserver. El inicio de su trayectoria artística coincidió con la irrupción en Cataluña, a partir de 1968, de las corrientes conceptuales, de las cuales se alejó debido a su interés por el objeto y por una plasticidad metafórica de la materia. Desde los planteamientos del informalismo transformó la imagen dibujada en objeto tangible y, en 1972, en una época denominada «negra», realizó una serie de intervenciones sobre espacios monocromos como expresión de las tensiones dialécticas entre la vida y la muerte. A mediados de los años setenta pasó a elaborar tejidos teñidos con pigmentos naturales, trapos manipulados –cosidos, tallados, doblados, etc. –, que colgaba o integraba en sus pinturas y dio nuevas corporeidades a los dibujos con papeles hechos a mano y cartones de vistosas texturas. De esta aspiración de fisicidad viva integral, derivan sus vestimentas para la Acció Zero y Acció U, acciones que tuvieron lugar en la Sala Vinçon de Barcelona en 1976, en que los cuerpos humanos, oprimidos y mutilados, atraviesan a modo de crisálidas espacios textiles rasgados, en una lucha de abandono poético en busca de nuevos estadios de libertad.
De sus largas estancias en México y en Marruecos y sus viajes a Brasil, Egipto y Haití, que realizó hasta bien entrados los años ochenta, Amat pudo asimilar elementos de antiguas culturas que le conectaban con fuerzas regeneradoras primigenias, gracias a las cuales abrió nuevas vías de exploración dentro del extrañamiento de la realidad que, en sus inicios, le había impulsado a seguir los pasos de Antoni Miró, Max Ernst y Henri Michaux. El dibujo y la pintura centran entonces su interés por la anatomía de las cosas (ramas, juncos, peces disecados, piedras, lagartijas, huesos, caparazones de tortuga, etc.). Con la ayuda de las transparencias de gasas y tarlatanas, en unas pinturas-ofrenda de collages zoomórficos en las que todo parece participar de una ceremonia enigmática o de la atmósfera densa de una fiesta consumada. El resultado se materializa en la presencia inquietante de unas formas rotundas y obsesivas, imágenes míticas que se ahogan en su propia presencia magmática, se asfixian en la pasión y se convierten en proyección sensible de un grito interior. Realidad y fantasía, o libertad y opresión, pugnan entre sí en una obra misteriosa que nos sumerge en evocaciones simbólicas y secretas salidas de los abismos del sueño, del sexo, de la vida y de la muerte. El color rojo es, para el artista, una clara metáfora de las vicisitudes en el devenir humano.
Amat es un artista multimedia que ha realizado fotografías y filmes, de marcado carácter pictórico. Y, sobre todo, ha colaborado a menudo en el ámbito teatral realizando diversas escenografías para grupos de danza y teatro independiente, así como profesional. Junto con Fabià Puigserver, en 1986 concibió el proyecto de la obra de teatro de Federico García Lorca El público y, durante décadas, ha realizado una importante labor de contundente tono elegíaco sobre el universo poético lorquiano. En 1998 adapta y dirige la producción cinematográfica del guion original de Viaje a la luna, escrito en 1929 en Nueva York por el poeta granadino. Ha realizado también importantes intervenciones en espacios urbanos, como Fosas (2009), proyecto de jardín efímero en el muelle Uribitarte de Bilbao, junto al Museo Guggenheim, y Pluja de Sang (Lluvia de Sangre) en las escaleras del Teatre Lliure de Gràcia, en Barcelona, para su reapertura en el 2010, ambas de marcado tono reivindicativo por la difícil supervivencia de las artes escénicas.
Teresa Blanch