Gloria García es sobrina de Federico García Lorca (hija de su hermano Francisco). Nacida en el exilio y Bachelor of Arts por el Sarah Lawrence College de Nueva York, se instaló en España a principios de los setenta e inició su andadura profesional entre finales de esa década y principios de los ochenta, en un momento en que el debate sobre la pertinencia y las posibilidades de la pintura estaba en pleno auge en la escena artística española. Su formación, su conocimiento directo de la pintura norteamericana de posvanguardia y su nunca negada vinculación con la cultura española –es también una extraordinaria traductora– propiciaron su posición central y abierta respecto a la tradición moderna prevalente en la pintura internacional, así como la búsqueda de sus propias innovaciones. Sus pinturas de los años ochenta, durante los que expuso en galerías de prestigio como la de Juana Mordó y posteriormente la de Juana de Aizpuru, como Casita valiente, de 1984, y Montañas, de 1985, se sustentaron fundamentalmente en la potencia y los contrastes cromáticos y en una dispersión de la forma coetánea hacia las derivas gestuales de la abstracción.