Gustavo Torner
España, 1925
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Fundador en 1966, junto con Fernando Zóbel y Gerardo Rueda, del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, que trató de introducir las principales corrientes artísticas internacionales del momento, Gustavo Torner (Cuenca, 1925) se inscribe en un primer momento dentro de las tendencias informalistas, hasta que a mediados de los años sesenta abraza por completo el lenguaje de la abstracción. En sus obras de esa década aparecen experimentos formales de gran hondura plástica, con materias y texturas que combinan el nailon, la piel sintética, los metales o el cartón, entre otros.
Durante los setenta realiza significativos trabajos en el espacio público, instalaciones con un acusado sentido escenográfico pero siempre basadas en los principios de la simplicidad geométrica. Torner posee, también, una importante trayectoria dentro del territorio del teatro, a partir de la creación de distintas ambientaciones, y ha contribuido de forma notable en la rehabilitación de espacios museográficos como el Museo del Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Valentín Roma