Tras cursar estudios de arte y escenografía en Pescara y Roma, durante la década de los sesenta Ettore Spalletti comenzó a realizar una obra eminentemente objetual y geométrica. Se trata de objetos bidimensionales y tridimensionales, sobre cuyas superficies monocromas el color adquiere volúmenes delicados y vaporosos. La madera, el lino, la piedra y sobre todo el yeso mezclado con pigmento le permitían trabajar sensaciones de fragilidad y volatilidad. Mediante la iluminación y el formato de instalación (e incluso de happening) que tiene un buen número de sus trabajos, bien sea por la ordenación de los elementos o por la adopción del espacio circundante como un elemento más de cada obra, su trabajo cobra sutiles efectos atmosféricos. El hecho de que el artista haya trabajado casi siempre en su pueblo natal imprime también un componente ambiental esencial para comprender su obra y su discurso. Las obras de Spalletti son concretas, sintéticas. A menudo hacen referencia a objetos cotidianos o fácilmente identificables, pero básicamente son apelaciones a lo elemental. El trabajo de Spalletti versa, ante todo, sobre el lenguaje como forma concreta, bordeando el límite de su propia implosión abstracta, de una manera cercana a la de Constantin Brancusi o a la de Giorgio Morandi. Spalletti parece concentrarse en las posibilidades de aunar la tradición histórica del lenguaje escultórico a las lecturas sobre el color y el volumen espacial aportadas por la modernidad, una fusión en la que la escultura italiana de los años setenta tenía gran interés. En este sentido, su obra se sitúa en un punto intermedio entre el arte povera italiano, deseoso de reasumir un determinado sentir histórico, y el minimalismo norteamericano, dedicado a la suspensión de la forma. Sus obras han recorrido numerosos centros de exposición internacionales. Entre ellos pueden destacarse la Documenta de Kassel, el Proyecto Escultórico de Münster o la Bienal de Venecia. Asimismo, se han realizado exposiciones individuales de su obra en el Musée d’Art Contemporain de Gante, en el Musée Saint Pierre d’Art Contemporain de Lyon, en el IVAM Centre del Carme de Valencia y en la Fundación ”la Caixa” de Madrid.