Thomas Ruff
Alemania, 1958
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El uso de la fotografía por parte de toda una generación de artistas alemanes, discípulos de Bern y Hilla Becher, ha supuesto un referente importante en el panorama artístico contemporáneo. Thomas Ruff es un claro ejemplo de ello. Educado en la Düsseldorf Kunstakademie, los trabajos fotográficos de Ruff bien pudieran considerarse acciones escultóricas que modelan un espacio y una forma.
Una de las series más celebradas de Ruff, «Portraits», reúne una acumulación de rostros que subvierten el género del retrato fotográfico tradicional. No se intuye en ninguna de esas caras atisbo alguno de revelación personal, o de expresividad. El espectador se ve incapacitado para ni siquiera entrever la subjetividad del sujeto fotografiado, y mucho menos del fotógrafo, características, por otro lado, totalmente contrarias a la psicología del retrato fotográfico tradicional. Ruff, en cambio, juega con los prejuicios que el espectador pueda tener sobre el medio y sobre la imagen del «otro». De este modo acumula, retrato tras retrato, una galería de desmentidos sobre el medio fotográfico, como son: la veracidad, la objetividad y la narratividad.
En este sentido, la aproximación minimalista a la fotografía que Thomas Ruff adopta lo aleja conscientemente de los trabajos de inspiración antropológica, tan abundantes en la historia de la fotografía. Un ejemplo -no exento de concomitancias geográficas y formales- lo encontramos en la galería de retratos que realizó su compatriota August Sander en los años veinte. Sander, vinculado estéticamente al movimiento de la Nueva Objetividad Alemana (movimiento precursor de una buena parte de las premisas formales de la Escuela de Düsseldorf), concibió la idea de un archivo monumental de arquetipos humanos. En sus imágenes, Sander trataba los rostros de sus personajes con el mismo cuidado que el entorno en el que los fotografiaba, sus vestidos, los objetos que los rodeaban, etc. Por el contrario, los jóvenes retratados por Ruff -entre los cuales se encuentran numerosos amigos y compañeros del artista- «nos miran desde su hermetismo como si fueran ellos los que nos auscultaran a nosotros, espectadores, y no al revés».
Otros trabajos de Ruff, como Buildings, Interiors, Constellations, o Nacht, comparten el mismo tratamiento que los rostros, en tanto que son volúmenes, espacios y contornos que se transforman en función de una mirada deliberadamente fría, distante y casi hipnótica del artista.
Marta Gili