Se formó en distintas universidades como la Escuela de Bellas Artes de París, la Universidad de Stuttgart, la Universidad Complutense de Madrid, The New School for Social Research en Nueva York, o la Columbia University entre otras.
Ha realizado más de 40 exposiciones individuales en distintos países, destaca su última exposición Fragmentos de la Memoria, presentada recientemente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Anteriormente se ha visto su obra en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, el Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Spanish Institute de Nueva York. Ha recibido becas y premios como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2006 y el Premio Nacional de Artes Plásticas 2011.
“(…) nunca he tenido la intención de ser una artista al uso. Ni pintora, ni escultora, ni escritora, ni ninguno de los atributos convencionales con que tratan de adornar mi trabajo. Tampoco he tenido la intención de hacer “obras de arte”. Creo que mi hacer discursivo va más allá o queda más atrás de estas convenciones, de este modo de estar en el mundo.
Es, con toda seguridad, la construcción de objetos de un cierto tipo: ¿estéticos? ¿Documentos de no sé qué lugar ni tiempo? Ejemplos de un estado mental y anímico creativo, disciplinado y riguroso, eso con toda seguridad, con sus propios y genuinos fundamentos y principios.”
La exposición del Reina Sofía fuerza su discurso expositivo hasta las últimas décadas para analizar la presencia de Elena Asins en la esfera pública a través de sus intervenciones urbanísticas que, de alguna forma, engarzan con ese interés de su juventud por actuar sobre la realidad apoyada por una tecnología que, paradójicamente, se oponía entonces y se opone ahora, a la tecnocracia.
Fue merecedora del reconocimiento por haber llevado una línea de investigación y experimentación muy particular al margen de las modas, destacando su rigor en la línea que ha seguido y por su perseverancia, sin hacer concesiones a la comercialización y a los vaivenes del mercado del arte.
En el transcurso de su carrera, que abarca más de cuatro décadas, su obra ha incluido un extraordinariamente amplio registro de formatos y medios tales como: dibujo, edición, escultura, vídeo y poesía concreta, caracterizados siempre por el rigor compositivo y la depuración formal. Su creación artística continúa su proceso marcado por la experimentación y radicalidad.
Sus estudios multidisciplinares, sumamente originales, la acercaron a diversos campos: poesía, lingüística, filosofía, música, matemáticas y arquitectura entre otros. Colaboró con músicos y científicos como Ernesto García Camarero, Luis de Pablo, Alexanco o Yturralde.
Fue una de las primeras artistas españolas que trató con la cibernética, teoría del cálculo, semiótica y sistemas basados en ordenador.
Siempre generadas conceptualmente, las obras de Asins han discurrido constantemente y rigurosamente por un camino singular en el que las nociones de espacio y tiempo figuran entre sus preocupaciones constantes. En los últimos años se acercó al vídeo y a la tecnología electrónica.
Junto a su exploración refinada de lenguajes artísticos, Asins publicó sobre estética y poesía experimental.
Independiente, alejada durante décadas de los circuitos comerciales y de difusión, mantuvo un nivel creativo muy sólido y constante.
Siempre vinculada al ámbito académico, su obra construyó a partir de una investigación permanente . Ha estado implicada en algunos de los proyectos más renovadores de la historia reciente del arte español, como el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid.
Desde esta condición de pionera marcó a la generación posterior. Tal y como señala Manuel J. Borja-Villel, “aspectos como las experimentaciones lingüísticas, la poesía visual, el arte generado por ordenador y la aplicación matemática a la creación artística se mantienen hoy vivos en artistas de varias generaciones, que han encontrado su raíz remota en experiencias fugaces en las que Elena Asins tomó parte activa como la Cooperativa de Producción Artística y Artesana y el Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid”.
Recurrió en sus trabajos a un amplio abanico de formatos y medios, caracterizados siempre por el rigor compositivo y la depuración formal.
Gracias a la exposición que el Museo Reina Sofía organizó en 2011 se conoció la magnitud de su obra. Su obra ha permanecido oculta durante muchos años pero su trabajo se ha mantenido coherente y ha sido diferente.
El jurado propuso su candidatura con varios votos antes de conocerse que había sido galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2011. Pese a ello, se consideró que tras una carrera artística tan sólida el reconocimiento público, tardío, de su trabajo no excluye que otras instituciones como la Fundación Arte y Mecenazgo la señalen como la artista más merecedora de este Premio.
La oportunidad de recorrer la amplitud de su trayectoria en la muestra retrospectiva del MNCARS lleva a su director a afirmar: “Cualquier intento de categorizar a Asins de manera automática en un horizonte metodológico como el minimalismo o incluso el conceptualismo español no es más que una forma de limitación de un discurso que, en su pluralidad de propuestas, desvela un proyecto claro aunque multiforme que hoy puede escudriñarse con perspectiva”.
Una de sus más importantes aportaciones fue su investigación sobre computación en arte, labor en la que fue pionera en 1967 y en la que continuó investigando a lo largo de los años. Las últimas contribuciones de Elena Asins a la “problemática plástica”, están encaminadas hacia el urbanismo como estética y como necesidad, a la arquitectura como arte esencial y a la intervención estética en el espacio y en el tiempo.
Elena Asins falleció el 14 de diciembre de 2015 en Aspirotz (Navarra) a la edad de 75 años.
El Premio
Escultura de Miquel Barceló creada para la Fundación Arte y Mecenazgo. Dotación de 50.000 €, de los cuales 20.000 deben destinarse a la producción de un libro de artista del premiado.