Geneviève Cadieux
Canadá, 1955
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Aunque el reconocimiento internacional le llegó cuando representó a Canadá en la Bienal de Venecia de 1990, y también por su participación en la Bienal de Sydney ese mismo año, así como en diferentes exposiciones temáticas en diversos países, hacía ya tiempo que Geneviève Cadieux –que estudió artes visuales en la Universidad de Ottawa– planteaba desde su obra la utilización del soporte fotográfico de grandes dimensiones como dispositivo fundamental para dar forma a una poderosa mirada de mujer que reflexiona sobre las progresivas reconfiguraciones de los significados de la idea de cuerpo, su perdurabilidad y su recepción, las posibilidades del Otro y del doble, y la presencia operativa del fragmento, el deseo y el dolor como vestigios prácticamente sonoros. En Voices of Reason/Voices of Madness (1983), una de sus obras de implicación espacial más notoria, la proyección en un enorme espacio vacío de dos rostros en dos diapositivas enfrentadas propiciaba los futuros estribos de una relectura continua de los territorios del yo, en una época de crecientes conmociones en la identidad, construida con una imaginería de efectos tridimensionales, situada siempre entre el tiempo capturado del retrato y el impulso narrativo del fotograma ampliado, y con esporádicas intervenciones sonoras. Los grandes formatos de los trabajos de Cadieux amplían no solamente el espacio de la representación, sino también el del espectador, así como sus mecanismos de reconocimiento y ubicación: fragmentos fotográficos frontales de evidentes referencias pictóricas y cinemáticas, con grandes imágenes aisladas, fragmentos estructurados como elementos de unas escenografías construidas a partir de los sentidos de la existencia humana, y articulándose en torno a la idea del cuerpo y de la piel como lugar y objeto privilegiado de representación y de interrogación.
Manuel Clot