Erik Schmidt estudió ilustración y pintura en el departamento de diseño de la Fachhochschule de Hamburgo entre 1992 y 1997. Luego continuó su formación en la Hochschule der Künste de Berlín, y con una estancia en la galería ACC Galerie de Weimer (Alemania) y otra en la Cité internationale des Arts de París. Como otros pintores alemanes de su generación, parte de imágenes fotográficas de los medios de comunicación para realizar pinturas con pasta espesa, pincelada densa y colorido brillante y ácido, como salido del lenguaje del cómic o del grafito urbano. Sus temas fundamentales son los códigos de las relaciones sociales y sus consecuencias escenografiadas. Como formas documentales estetizadas, sus pinturas parten de los paisajes urbanos donde se desarrollaron los activismos de Occupy Wall Street, los rituales de caza de la clase alta alemana, el estado de los jardines botánicos de Nueva York, las plantaciones masivas en Israel o el sujeto homosexual en la representación de la masculinidad convencional. Sus trabajos reflejan, de una forma reconstruida y premeditadamente artificial, la experiencia existencial, en continuo desplazamiento entre la integración y la disolución. Su actividad expositiva despuntó a partir del 2007, después de una exposición en el Museo Marta Herford, en Alemania, comisariada por el legendario Jan Hoet.