Alberto Peral
España, 1966
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Preocupado tanto por la fisicidad del objeto artístico como por su potencia discursiva, la obra de Alberto Peral parte siempre de una concepción escultórica; un eje central que frecuentemente le lleva a la incorporación de otros registros de presentación tales como el dibujo, la fotografía, la instalación o el vídeo. Desde su primera exposición individual en la Fundació Joan Miró de Barcelona, en 1992, su trayectoria ha dado lugar a una constante experimentación formal vinculada a la capacidad simbólica y evocadora de la materia. Una aproximación poética y minimalista a la par, que encuentra en la sutileza y belleza de lo simple su principal exponente conceptual. Sin título (1995) reúne las características esenciales de su escultura: el interés por una geometría de orden cósmico, la combinación de materiales sencillos (en este caso barro, madera y vidrio) y la búsqueda emocional de otro tipo de relación espacio-temporal entre obra y espectador.
David Armengol