Lucio Fontana
Argentina, 1899
Italia, 1968
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Lucio Fontana (Rosario, Argentina, 1899 - Comabbio, Italia, 1968) es uno de los pintores abstractos más significativos y personales del siglo XX. Combatiente en la Primera Guerra Mundial, en la que fue herido y condecorado, su primera exposición tuvo lugar en 1930, en la célebre galería Il Milione de Milán. Durante toda esa década se relaciona por igual con artistas procedentes de la abstracción y con pintores que abrazan el expresionismo, señalando ya esa dicotomía entre uno y otro movimiento que marcará su posterior trayectoria. Después de residir en Argentina e Italia, en los años cuarenta regresa a Buenos Aires, donde funda la Academia Altamira y escribe el conocido Manifiesto blanco (1946), que será la base teórica del espacialismo o Movimento Spaziale. Esta corriente propone una búsqueda de los valores puramente tridimensionales de la pintura, alejándose con ello de los excesos de la plasticidad. A imagen y semejanza de los grupos vanguardistas clásicos, el espacialismo desplegará una ingente labor pedagógica a lo largo de los años cuarenta, con la publicación de hasta cuatro manifiestos diferentes que fijaron sus principales paradigmas creativos.
En 1958 Fontana inicia las que serían sus obras más identificativas, los famosos tagli nella tela (cortes en la tela), lienzos acuchillados mediante una hoja de afeitar o un cúter, cuyas rasgaduras dejan entrever el revés del cuadro, su estructura constructiva y su profundidad. Estas piezas monocromas, elegantes pero de una contundencia radical, han eclipsado otros trabajos del artista también muy significativos, por ejemplo sus esculturas –muchas pensadas para observarse al aire libre–, que recuperan cierta línea organicista y exploran el modo en que las formas abstractas interrogan al espacio abierto de la naturaleza.
Su última etapa se centra en los llamados «Teatrini», pequeños teatros con los que Fontana regresa al lenguaje bidimensional. A diferencia de las pinturas de cortes, estos lienzos superponen sobre la tela una especie de marco animado –habitualmente hecho con un material de color distinto– que se asemeja a un minúsculo escenario donde se producen juegos de siluetas y sombras de gran lirismo.
Valentín Roma