Equipo Crónica
España, 1963
España, 1981
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Formado por Manolo Valdés, Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo, Equipo Crónica irrumpió en el panorama artístico español de principios de los sesenta con una fuerza inusitada, que parecía cuestionar firmemente la hegemonía de las corrientes informalistas imperantes durante la década anterior. Sus presupuestos estéticos sintetizaron dos corrientes en apariencia irreconciliables: por una parte, la tradición figurativa e irónica del arte pop y, por otra, el compromiso social característico de las prácticas políticas que, justo en aquellos momentos, comenzaban una fértil andadura. Al mismo tiempo, buena parte de los trabajos de Equipo Crónica se inclinaron hacia un tipo de narratividad muy próxima a artistas como René Magritte y, sobre todo, Francis Picabia, a quien dedicarían no pocos homenajes plásticos. Frente a la utilización pomposa de los grandes artistas españoles por parte del régimen franquista, que trataba de reforzar a través de ellos vetustas nociones de identidad nacional, Equipo Crónica los «reinterpretó», por así decirlo, con fines claramente paródicos, según manifiestan piezas como Aquelarre (1969), en el caso de Goya y Picasso, o Menina - Miró (1976) a partir de Velázquez y Joan Miró. La superposición de referencias cultas y populares, la alusión a obras célebres de la memoria colectiva –por ejemplo en El embalaje (1969), una de sus piezas más conocidas–, así como el pastiche de anacronismos fueron algunos de los principales resortes frecuentados por este importante colectivo. Su tono irreverente, siempre inclinado hacia la denuncia ideológica y el aforismo, atravesó un período inusualmente largo de la historia del arte español, casi veinte años –desde 1963 hasta 1981– en los que convivió con los más diversos movimientos estéticos dentro del contexto autóctono e internacional.
Valentín Roma