Darío Urzay
España, 1958
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Urzay es uno de los pintores contemporáneos más destacados dentro de la corriente abstracta gestual que tuvo un gran auge en los años ochenta y noventa del siglo pasado en España. Su trabajo destaca por una poética personal y reconocible.
Orden y desorden conviven en la obra del artista, junto con una gran importancia del color, formando hibridaciones complejas que, a modo de contrapunto, se complementan perfectamente. La pintura de Urzay se nutre de situaciones no referenciales que en el lienzo aparecen como abstracciones conectadas con el conocimiento, una investigación sobre la que el artista da pocas pistas, y que con el tiempo pasa de la pintura más gestual y controlada a una intervención aleatoria experimentada con la tecnología informática. El propio Urzay alude a las referencias geográficas, biológicas y de otros órdenes científicos, en contacto directo con lo humano, cuando habla de su obra, de su interés por la experiencia como persona en relación con el arte y de su búsqueda de la belleza.
De espíritu inquieto, el artista deja una puerta abierta entre el control y el azar en sus lienzos, donde todo fluye en armonía dentro de los contrastes buscados. En el caso de Sin título 89 A-4, presenta esta dualidad tan emblemática en su obra, en la que una mezcla de lo aleatorio, a modo de proceso orgánico de fondo, se ve interrumpida en superficie por una cosmogonía de puntos perfectamente ordenados, formando un círculo.
Virginia Torrente