Artículo
VolverLos museos juegan un papel fundamental en la difusión y dinamización de la cultura. Estudiantes, profesionales y ciudadanos de todas las edades encuentran en las salas de los museos un espacio de aprendizaje, observación y enriquecimiento personal.
Para que se pueda admirar una obra de arte en un museo, éste tiene que haberla adquirido previamente. Entre las diferentes vías para incorporar obras de arte, la menos frecuente es la compra. El presupuesto para comprar obras suele ser insuficiente para alcanzar los objetivos fijados anualmente. Así pues, los museos encuentran en la donación y el mecenazgo una vía para incrementar sus colecciones. El Metropolitan Museum of Art de Nueva York, por ejemplo, se formó principalmente gracias a las donaciones de grandes coleccionistas, tal y como relataba su director emérito, Philippe de Montebello, en su conferencia “El nacimiento del Metropolitan: un caso de partenogénesis”.
En España ha habido recientemente importantes donaciones de obras de arte. El coleccionista y mecenas José Luis Várez-Fisa, Premio Arte y Mecenazgo 2011, protagonizó una espectacular donación al Museo del Prado en 2012.
La donación, un conjunto de obras medievales y renacentistas valoradas en 15 millones de euros, mereció la creación de un espacio especialmente diseñado para recibirlas. A finales de 2013 se inauguró la sala Várez Fisa, situada en el recorrido de la pintura española del Románico al Renacimiento.
En julio de 2015 el Museo del Prado recibió del mecenas Plácido Arango la donación de 25 obras de pintura española y de los artistas europeos que trabajaron para la corte española en una amplia secuencia cronológica entre los siglos XVI y XIX. Presidente del patronato del museo entre 2007 y 2012, Plácido Arango ha recuperado para nuestro patrimonio obras extraordinarias que en muchos casos se encontraban en el extranjero.
Entre los artistas representados en la donación algunos casos como el destacable Pedro de Campaña eran inéditos en la institución. El conjunto incluye también obras de Goya, Zurbarán o Francisco Herrera el Mozo. “No hay mayor satisfacción para un coleccionista que ver cómo el fruto de su labor sirve para enriquecer un museo público tan mágico e irrepetible como es el Museo del Prado”, comentó en aquel momento.
Muchos de los coleccionistas que realizan importantes donaciones lo hacen movidos por el interés en poder ayudar a los museos y preservar las obras de arte.
Leonard A. Lauder, presidente emérito de Estée Lauder Companies Inc. y del Whitney Museum of American Art de Nueva York, en su conferencia “El viaje de un coleccionista” relató cómo el hecho de que su colección personal pudiera transformar el Metropolitan fue una motivación fundamental para confirmar su donación. “Siempre he buscado transformar en todo aquello a lo que me he dedicado. Así que era importante para mí que la historia del Cubismo pudiese ser vista en este contexto enciclopédico de la historia del arte. Pero aún más importante, quería retornarle a la ciudad de Nueva York algo de todo lo que nos ha dado a mi familia y a mí. La lección que aprendí es que debes devolver.”
Asimismo, también se da en los coleccionistas la voluntad de compartir, intentar que aquellos tesoros que han tardado tanto tiempo en reunir puedan llegar al gran público.
Como explicaba Juan Antonio Pérez Simón, presidente de la Fundación JAPS, “un coleccionista de arte tiene una responsabilidad mayor ante la sociedad que quien posee grandes fortunas. Debe compartir los conocimientos adquiridos y dar acceso a las obras maestras al mayor número de personas que sea posible”. También Patricia Phelps de Cisneros, destacada coleccionista internacional, se pronunciaba al respecto: “poseer es solo una faceta del coleccionismo, pues son el estudio, el cuidado y la difusión del conocimiento lo que realmente enriquece ese proceso”.
La Fundación Arte y Mecenazgo también ha propiciado indirectamente la donación de la galerista Silvia Dauder, Premio Arte y Mecenazgo 2014. El proyecto que realizó con la dotación económica que incluye el premio consistió en la donación de obra de algunos de sus artistas a museos. Así, la obra de cuatro artistas pasó a formar parte de las colecciones de tres museos: el Guggenheim de Nueva York, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Museu d’Art Contemporani de Barcelona.
Puesto que las donaciones realizadas por coleccionistas permiten que la sociedad pueda disfrutar de las obras de arte en los museos, es fundamental crear un entorno favorable que les permita ejercer esta actividad. Apoyar los intereses de los coleccionistas e impulsar medidas para contribuir al desarrollo del coleccionismo es una de las líneas de actuación de la Fundación Arte y Mecenazgo.